¿Cómo encontrar información?
La naturaleza de lo que necesitas saber determina la forma en que debes buscarlo.
Si necesitas información sobre cosas concretas que son objetivas y fáciles de verificar, como el último nivel de parche de un producto de software, pregunta a un gran número de personas de manera educada buscándolo en internet o publicando en un grupo de discusión. No busques en internet nada que tenga un tinte de opinión o interpretación subjetiva: la proporción de tonterías a verdad es demasiado alta.
Si necesitas conocimiento general sobre algo subjetivo, como la historia de lo que la gente ha pensado al respecto, ve a la biblioteca (el edificio físico donde se almacenan libros). Por ejemplo, para aprender sobre matemáticas, setas o misticismo, acude a la biblioteca.
Si necesitas saber cómo hacer algo que no es trivial, consigue dos o tres libros sobre el tema y léelos. Puedes aprender a hacer algo trivial, como instalar un paquete de software, desde Internet. Incluso puedes aprender cosas importantes, como buenas técnicas de programación, pero fácilmente puedes pasar más tiempo buscando y clasificando los resultados y tratando de discernir la autoridad de los resultados que el que tomaría leer la parte pertinente de un libro sólido.
Si necesitas información que no se espera que nadie más conozca, por ejemplo, '¿este software completamente nuevo funciona con conjuntos de datos gigantes?', aún debes buscar en internet y en la biblioteca. Después de agotar por completo esas opciones, puedes diseñar un experimento para confirmarlo.
Si deseas una opinión o un juicio de valor que tenga en cuenta alguna circunstancia única, habla con un experto. Por ejemplo, si quieres saber si es buena idea construir un sistema moderno de gestión de bases de datos en LISP, deberías hablar con un experto en LISP y un experto en bases de datos.
Si quieres saber qué tan probable es que exista un algoritmo más rápido para una aplicación específica que aún no se ha publicado, habla con alguien que trabaje en ese campo.
Si quieres tomar una decisión personal que solo tú puedes tomar, como si deberías o no iniciar un negocio, intenta poner por escrito una lista de argumentos a favor y en contra de la idea. Si eso falla, considera la adivinación. Supongamos que has estudiado la idea desde todos los ángulos, has hecho toda tu tarea, y has analizado todas las consecuencias y pros y contras en tu mente, y aún así sigues indeciso. Ahora debes seguir tu corazón y decirle a tu cerebro que se calle. La multitud de técnicas de adivinación disponibles son muy útiles para determinar tus propios deseos semi-conscientes, ya que cada una presenta un patrón completo, ambiguo y aleatorio al que tu propio subconsciente asignará significado.
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